lunes, 8 de junio de 2009

Osos 5 - Lagartos 0










En un encuentro caliente y sufrido el XV del Xanaes demostró que es un poquito mejor que su par de Oncativo.

El último domingo, ambos se vieron que no sólo están "cerca" geográficamente hablando, sino que tampoco los separa mucho el marcador.
Bajo el techo del departamento Río Segundo, Osos y Lagartos consiguieron compartir espacio, en el amplio Bosque del Río Segundo.

"Es que hay lugar para todos", según dijeron, y por ello hasta los más pequeños acudieron al gran Médano Verde.

Hubo entonces un primer momento rugbístico marcado por las categorías menores M-13 y M-9, con la presencia de papis y mamis, y el auspicio de los jugadores Abel Turek, Fernando Esponda, Martín Pizzichini y Gabriel Girotti.
Apostaron a los más chicos Iván Zárate y Pablo Copparoni que se ofrecieron como jueces de touch.

Y así la tarde empezó a despuntar el ambiente de rugby y a tomar el color que queremos para nuestra zona. Oncativo, Pilar y Río Segundo depositando el futuro de los clubes en el alma de nuestros pibes.

Más tarde vino el plato fuerte, con la presencia de las primeras.
Mucho roce, y mucha amistad también, dentro de la cancha y fuera de la misma.

Todo bien.

Salvo por un inadaptado que se escudaba tras una camiseta de rugby de Los Lagartos, y que durante el partido se dedicó a golpear cobardemente, aprovechando el anonimato que ofrecían las "montoneras" y los rucks.

Sucio y engorroso se volvió el último test de la primera rueda, cuando quien recibió un puntapié artero, fue nuestro compañero Manuel Migliore. ¿quién puede dudar de la honestidad y el apego al reglamento con que juega el Manu? Pero fue así, y la injusticia fue más grande aún, ya que fue amonestado de la cancha por su reacción.

Pero hubo revancha. Esas que se saborean y se disfrutan, porque Migliore ingresó nuevamente al estadio de Los Osos con ganas de comerse la cancha, y sus compañeros le vieron el brillo en los ojos por el ansia de llegar bajo el ingoal y se la regalaron a él para que defina sobre el banderín y quedaran saldadas las cuentas con la justicia.

En los últimos minutos se sufrió, por el incesante ataque de los de Oncativo que parecía que se metían bajo las haches, después de varias jugadas de scrum cinco.

Pero Los Osos defendieron en la parte final con uñas y dientes. Marcaron límites y conservaron el resultado para una nueva victoria en casa.

Punto final para la primera rueda. Nos quedaron en las retinas dos buenos ejemplos para imitar de Los Lagartos: fueron primeros en aplaudir a un rival como Los Osos en un final de encuentro más que reñido. Y el segundo en la voluntad y la capacidad de los de Oncativo en armar clubes y no primeras, tal como lo han demostrado hasta el momento.

Imitemos las cosas buenas que pasan por la zona.
Recuperemos entonces el club, para que el rugby crezca de verdad.

Equipo de Prensa y Difusión
Los Osos Rugby Club

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